La historia de la pintura ha estado siempre acompañada de relaciones intertextuales. Bien en la representación de otros textos, como en la referencia y transformación de textos existentes con anterioridad.
Hasta el siglo XVIII, las obras pictóricas se nutrían de referencias bíblicas en su gran mayoría, produciéndose después un cambio hacia otro tipo de representaciones de la vida cotidiana. Estas representaciones bíblicas no tenían como única finalidad la expresión artística, sino que formaban parte de las enseñanzas propiamente religiosas.
Podemos distinguir entre aquellas obras realizadas para educar (representaciones en iglesias, ermitas, etc.), como para la contemplación en salones y palacios, el recurso bíblico era recurrente.
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| San Sebastián (Rubens) Siglo XVII. |
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| El Archiduque Leopoldo Guillermo en su Galeria de pinturas (David Teniers II) Siglo XVII. |
Ya en el siglo XX, el
arte pop propuso una nueva visión intertextual de obras pictóricas anteriores. Recreaciones, transformaciones y revisiones han sido fuente de inspiración para autores contemporáneos. Estas referencias apelan al conocimiento previo del lector para poder ser leidas.
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